Se está evaluando el poder calorífico de los desperdicios de
la ciudad para definir la capacidad que tendría la planta que se haría.
Continúa en marcha la iniciativa de generar electricidad
para Bogotá, a partir de gas metano que se produce en el relleno sanitario Doña
Juana, a pesar de que la empresa Biogás Doña Juana S.A., que desarrollaba este
proyecto entró en un proceso de reorganización empresarial, aprobado por la
Superintendencia de Sociedades.
“La Administración Distrital llegó a un acuerdo para que
otra empresa se encargue de tal iniciativa y ahora se encuentra en una etapa de
prefactibilidad para transformar ese proyecto, que hasta ahora extraía gas
metano y lo transformaba en carbónico, a otra tecnología más avanzada que, en
vez de enterrar el residuo se llevaría a unas quemadoras para producir energía
eléctrica, sin emisión de gases efecto invernadero”, indicó Gustavo Petro,
alcalde mayor de Bogotá.
De concretarse este plan, sería el primero y que podría
impulsar en Colombia que los demás rellenos sanitarios se acaben (la mayoría a
cielo abierto) y se empiecen a utilizar las basuras como riqueza energética,
agregó el burgomaestre.
Esta iniciativa es de interés prioritario para la Alcaldía,
ya que con ella se concretaría de forma definitiva el programa ‘Basura cero’.
La labor de la empresa Biogás consistía en que extraía gas
metano del relleno sanitario, lo quemaba y convertía en gas carbónico. Al
transformarlo en uno que no es tan dañino para el hábitat, se le pagaba en
bonos derivados del
Tratado de Kioto, pero con la crisis económica europea esos
papeles se desplomaron y el proyecto entró en quiebra.
“En la actualidad, con la fase de prefactibilidad, se está
midiendo el valor calórico de los residuos en la ciudad de Bogotá, que varía si
hay invierno o sequía, y esta evaluación es la que va a determinar qué tipo de
planta y cuánta energía se podría producir”, señala Petro.
La Empresa de Energía de Bogotá (EEB) contrató en diciembre
del año pasado un concepto preliminar técnico, económico y ambiental de la
factibilidad para construir una unidad de incineración de basuras, con el fin
de generar energía eléctrica y el resultado fue que es factible.
“Con este análisis procedimos a adelantar un concurso
internacional que se desarrolló en el primer semestre del 2014, se contrató la
prefactibilidad, factibilidad y diseño de pliegos para instalar una
infraestructura de estas características”, señaló Sandra Stella Fonseca Arenas,
presidenta de la EEB.
En la primera etapa de prefactibilidad se está haciendo la
caracterización de los desperdicios en las diferentes zonas de la capital y con
una periodicidad estadística para determinar el poder calorífico y definir la
capacidad que tendría la planta que se desarrollaría.
El costo del estudio para medir la capacidad calórica de los
residuos asciende a los 1,5 millones de dólares, con una duración de un año y
contempla las fases de prefactibilidad, factibilidad y diseño de pliegos.
“Una vez determinado el valor calorífico, mediante la
caracterización de la basura, se podrá establecer la capacidad máxima que puede
ser desarrollada”, observa Sandra Stella Fonseca Arenas, presidenta de la EEB.
Cuando ya esté definido, se deberá tener en cuenta la
regulación sectorial del mercado de energía eléctrica y la ambiental de la
quema y uso de basuras, y con ello se podrá desarrollar la expansión de esta
unidad en el Distrito Capital.
Fuente: Portafolio
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