Con la reforma energética
que se está implementando en la República mexicana y el objetivo de incrementar
30% la generación de energía con base en energías renovables, la Comisión Federal
de Electricidad (CFE) está adelantando proyectos con el objetivo de construir
tres nuevas centrales hidroeléctricas en lo que resta de la actual
administración.
Enrique Ochoa Reza,
director de la CFE, declaro que desde la década de los noventa se ha construido
un promedio de una central hidroeléctrica por cada periodo administrativo
gubernamental, en algunas ocasiones se tuvieron dos consecutivas en un periodo,
pero nunca se han tenido tres al mismo tiempo y ese es el objetivo de la actual
administración.
Las zonas donde se están
adelantando estudios de factibilidad para la construcción de las
hidroeléctricas son en el sur del país y en el Pacífico, uno de los proyectos se erigiría probablemente en el Estado de Nayarit.
“Se han tenido dos
centrales en construcción al mismo tiempo pero nunca tres”, afirmo Ochoa Reza en el
Diplomado sobre Reforma Energética, en el marco del evento Latin American Oil
and Gas Asociation.
Las virtudes que se
tienen en la generación hidroeléctrica, radican en el abastecimiento de
energía renovable de forma constante, algo que hasta el momento no pueden hacer
centrales que tienen como eje central de generación fuentes solares o eólicas.
La CFE Combatirá las
pérdidas técnicas.
El principal reto operativo
que afrontara la CFE en la construcción de estos proyectos, radica en las
pérdidas técnicas y no técnicas de electricidad, a su vez, el robo de
electricidad es un fenómeno que la CFE está atacando de manera importante ya
que significa la mitad de las pérdidas de energía en la empresa, siendo los
medianos y grandes consumidores, aquellos que impactan significativamente en el
robo del fluido, aseguró Ochoa.
“No hay que preocuparse
por el puesto de jugos de la esquina, ese no es el robo que preocupa, sino el
de grandes empresas que se conectan y no pagan sus consumos”, señalo.
En promedio, la perdida
de energía en México oscila en un 15% mientras que el promedio de la OCDE es de
6 por ciento. Inclusive existen países donde la eficiencia energética es tan alta
que la perdida de energía llega a un 3%, como es el caso de Corea del Sur.
“Las pérdidas no
técnicas es una manera elegante de llamar al diablito que se roba la luz.
México pierde, entre pérdidas técnicas y no técnicas, 50 mil millones de pesos
al año”, afirma Ochoa.
A su vez añadió que la red
de consumo y distribución del centro de México (en donde operaba anteriormente
Luz y Fuerza del Centro) es la zona de mayores pérdidas, aunque se ha reducido notablemente desde que
la CFE asumió el control de esta zona.
Ochoa señalo que aunque se mantiene como la zona de mayores pérdidas, las inversiones que se han
hecho, generaron que el resto de las regiones de la CFE tengan que mejorar
porque se quiere tener un nivel de pérdidas de 10% en el 2018. A la próxima
administración le corresponderá el reto de bajar las pérdidas hasta alrededor
de 6%.
Reducir tarifas.
El director de la CFE explica
que en estos últimos años no ha sido posible reducir la tarifa final al usuario
debido al incrementó del precio del combustóleo, esto como consecuencia de los
altos precios del petróleo; así como la escasez de gas natural, lo que provoco
alertas en todo el sistema de gasoductos.
El costo de un megawatt
producido con combustóleo es de unos dos mil pesos mexicanos (USD$150). La
misma cantidad de energía producida en una planta reconfigurada a gas natural bajaría
el costo a 780 pesos (USD$58) y si se produce en una central de ciclo combinado
de última tecnología descendería inclusive a 480 pesos (USD$35), es decir, el
costo de generación se reduciría a una cuarta parte de lo que cuesta hacerlo
con combustóleo.
“Si no hay gas natural
suficiente tenemos que usar combustóleo como alternativa y eso aumenta los
costos, pero si vamos a contar con gasoductos vamos a poder reconvertir las
plantas a ciclos combinados y podremos usar cada vez menos combustóleo y en
consecuencia el costo de generación baja”, afirmo.
Con este proyecto, se
plantea el crecimiento de la red de gasoductos, que haya redundancia y que la
CFE tenga más de un proveedor del hidrocarburo; más aún, que inicie el
interés del sector privado por la construcción de más ductos paralelos o cerca del que
usa la empresa estatal Mexicana.
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