viernes, 31 de octubre de 2014

Boletín 42 - Luz y arte para todos


Little Sun, un proyecto que pretende llevar luz a las poblaciones sin electricidad, se presentó  en la feria ArtBo, en Bogotá.

 Cerca de una quinta parte de la población mundial (1.6 billones de personas) no tiene acceso a luz eléctrica. Por eso, cada vez son más valoradas las alternativas ingeniosas, accesibles y amigables con el medio ambiente. Little Sun, una empresa social alemana, llega a Colombia de la mano de la Fundación Menorah, para ofrecer una lámpara solar que cumple con estas características.

En Colombia, alrededor de 2,3 millones no tienen acceso a electricidad y en Latinoamérica, esa cifra asciende a 32 millones, según La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE). Por eso, esta empresa le apostó al diseño de un producto que fusione el arte con un propósito social: dar luz a las comunidades más necesitadas de los países en vías de desarrollo.

El producto es una lámpara plástica en forma de sol que cabe en la mano y funciona sin contaminar. Esta costará $60.000 pesos en la feria ArtBo, pero se venderá a la mitad de precio en comunidades que carezcan de electricidad.

“Las lámparas solares son una alternativa limpia al combustible tóxico de las lámparas óleo-carburantes tradicionales. Una noche respirando las emisiones de una lámpara de keroseno equivale a fumar dos paquetes de cigarrillos”, afirma Lucía Lanzoni, Directora Ejecutiva de Little Sun Colombia. Se calcula que el 60 % del total de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo se atribuyen al uso de energía eléctrica.

El producto se lanzó en la décima edición de la feria ArtBo que se llevó a cabo en Corferias del 24 al 27 de octubre. La lámpara funciona de la siguiente manera: a través de una lámpara LED se captura luz solar durante cinco horas. Esa carga permite luego dar luz intensa durante por lo menos tres horas o luz tenue durante diez. La lámpara se puede recargar unas 1.000 veces. Además, está diseñada con un material resistente al calor, a los rayos ultra violeta y al polvo. 

El diseño es tan simple que puede usarse como bombillo, linterna o inclusive como luz de bicicleta.
El artista Olafur Eliasson y el ingeniero Frederik Ottesen fueron los creadores de este producto, que ya ha vendido más de 200.000 unidades y se ha distribuido en ocho países de África, en Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y algunos de Europa. Los creadores esperan que en el 2020 se hayan vendido 50 millones de unidades.


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