Little Sun, un proyecto que pretende llevar luz a las poblaciones sin electricidad, se presentó en la feria ArtBo, en Bogotá.
Cerca de una quinta
parte de la población mundial (1.6 billones de personas) no tiene acceso a luz
eléctrica. Por eso, cada vez son más valoradas las alternativas ingeniosas,
accesibles y amigables con el medio ambiente. Little Sun, una empresa social
alemana, llega a Colombia de la mano de la Fundación Menorah, para ofrecer una
lámpara solar que cumple con estas características.
En Colombia, alrededor de 2,3 millones no tienen acceso a
electricidad y en Latinoamérica, esa cifra asciende a 32 millones, según La
Organización Latinoamericana de Energía (OLADE). Por eso, esta empresa le
apostó al diseño de un producto que fusione el arte con un propósito social:
dar luz a las comunidades más necesitadas de los países en vías de desarrollo.
El producto es una lámpara plástica en forma de sol que cabe
en la mano y funciona sin contaminar. Esta costará $60.000 pesos en la feria
ArtBo, pero se venderá a la mitad de precio en comunidades que carezcan de
electricidad.
“Las lámparas solares son una alternativa limpia al
combustible tóxico de las lámparas óleo-carburantes tradicionales. Una noche
respirando las emisiones de una lámpara de keroseno equivale a fumar dos
paquetes de cigarrillos”, afirma Lucía Lanzoni, Directora Ejecutiva de Little
Sun Colombia. Se calcula que el 60 % del total de emisiones de gases de efecto
invernadero en el mundo se atribuyen al uso de energía eléctrica.
El producto se lanzó en la décima edición de
la feria ArtBo que se llevó a cabo en Corferias del 24 al 27 de octubre. La
lámpara funciona de la siguiente manera: a través de una lámpara LED se captura
luz solar durante cinco horas. Esa carga permite luego dar luz intensa durante
por lo menos tres horas o luz tenue durante diez. La lámpara se puede recargar
unas 1.000 veces. Además, está diseñada con un material resistente al calor, a
los rayos ultra violeta y al polvo.
El diseño es tan simple que puede usarse
como bombillo, linterna o inclusive como luz de bicicleta.
El artista Olafur Eliasson y el ingeniero Frederik Ottesen
fueron los creadores de este producto, que ya ha vendido más de 200.000
unidades y se ha distribuido en ocho países de África, en Estados Unidos,
Canadá, Australia, Japón y algunos de Europa. Los creadores esperan que en el
2020 se hayan vendido 50 millones de unidades.
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