La
nueva interconexión eléctrica entre España y Francia inicia su operación el 5
octubre, con lo que, en condiciones favorables de operación, se podrá duplicar
la capacidad de intercambio de electricidad entre los dos países. Para la primera
semana, se incrementa la capacidad de interconexión hasta los 2.000 megavatios
(MW).
La
línea, con una longitud de 64,5 kilómetros, enlaza los municipios de Santa
Llogaia, cerca de Figueras (Gerona), con la localidad de Baixas, próxima a
Perpiñán. El trazado es totalmente soterrado mediante una zanja de hormigón,
excepto el tramo que cruza los Pirineos, que se realiza a través de un túnel de
8,5 kilómetros que transcurre paralelo a la línea ferroviaria de alta
velocidad.
Esta
nueva interconexión eléctrica entre Francia y España representa la consecución
de diferentes hitos tecnológicos en el ámbito mundial, ya que es la primera vez
que se realiza una interconexión subterránea de esta longitud a un nivel de
potencia de 2.000 megavatios con la última tecnología disponible para el
transporte en corriente continua.
El
desarrollo tecnológico también ha alcanzado a las estaciones conversoras que se
han construido en cada extremo de la línea y que son únicas en el mundo, tanto
por su tecnología como por la capacidad de invertir el sentido de los
intercambios de energía entre España y Francia en tan solo 50 milisegundos.
La
inversión en el proyecto ha ascendido a 700 millones de euros, de los cuales
225 millones corresponden a una subvención de la Unión Europea en el marco del
programa EEPR (European Energy Programme for Recovery). Además, cuenta con la
financiación del Banco Europeo de Inversiones a través de un préstamo de 350
millones de euros concedido a REE y a RTE.
El
proyecto, que se inició en el año 2008, ha sido para Red Eléctrica de España
(REE) y para Réseau de Transport d’Électricité (RTE) un reto tecnológico y
simboliza los tres ejes de la política energética europea, dado que contribuye
al aumento de la seguridad del suministro de electricidad en Europa, a la lucha
contra el cambio climático y al desarrollo del mercado único europeo de la
electricidad.
En
el ámbito local, garantiza el suministro a las comarcas de Gerona y del
Rosellón y permite dotar de la energía necesaria al tren de alta velocidad en
el tramo Barcelona-Perpiñán. Asimismo, su puesta en servicio supondrá un ahorro
de un millón de toneladas de CO2 al año.
Los
trabajos de construcción de la línea finalizaron en febrero del 2015,
coincidiendo con la inauguración oficial de la misma. Desde esa fecha, la línea
ha estado funcionando en modo de pruebas técnicas.
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