Las
subastas están gestionadas por Red Eléctrica de España (REE) y supervisadas por
la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en estas se
ofrecerán entre 293 y 407 bloques de 5 y 90 megavatios, lo que sitúa la
potencia total ofertada entre 2.060 y 3.1040 megavatios.
El
servicio de interrumpibilidad es una herramienta que permite flexibilizar la
operación del sistema eléctrico desde el lado de la demanda. Los grandes
consumidores de energía eléctrica (la gran industria), en respuesta a una orden
dada por el operador del sistema, reducen su consumo para mantener el equilibrio
entre generación y demanda, para que así al resto de los consumidores no les
falte electricidad; percibiendo a cambio una retribución económica.
Para
asignar el servicio, se emplea un sistema de subastas con pujas presenciales. Se
subastan dos productos de potencia interrumpible, uno consistente en
reducciones de consumo de 5 MW y otro de 90 MW, mediante un sistema
informatizado de subastas de precio descendente. A partir del precio de salida,
el importe va bajando en cada ronda a un precio previamente establecido. La
prestación del servicio se asigna al último competidor que queda en la puja sin
retirarse y, por tanto, está dispuesto a prestarlo al precio más bajo.
El precio
inicial de los lotes de 5 MW ascenderá a 200.000 euros, y el de los de 90 MW
será de 340.000 euros. A partir de esas cifras, la puja irá descendiendo en
escalones de 1.000 euros hasta que alguna compañía se decida a comprar al
precio marcado.
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