El presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, dio a conocer la versión final de su plan para hacer
frente a los gases de efecto invernadero emitidos por las centrales térmicas de
carbón. La regulación marcará el comienzo de una transformación radical del
sector eléctrico estadounidense, fomentando una transición radical hacia más
energías renovables y menos electricidad alimentada generada por carbón.
la normativa se anunció el 03 de agosto en un acto en la Casa Blanca, en el que se conoció que el objetivo sería recortar
las emisiones de dióxido de carbono del sector eléctrico un 32 por ciento en
2030 respecto a los niveles de 2005, un 9 por ciento más que en la propuesta
anterior.
El plan será central en la
contribución de Estados Unidos al acuerdo de Naciones Unidas para combatir el
cambio climático. El gobierno de Obama ha prometido jugar un papel líder en las
conversaciones sobre el tema que se desarrollarán este año en París. Cada
estado de Estados Unidos deberá presentar un plan a la Agencia de Protección
Ambiental el año próximo, detallando cómo cumplirá con las metas de reducción
de emisiones asignadas a cada uno. Cinco gobernadores que se han opuesto a la
reglamentación ya han dicho que no la cumplirán.
La versión final del plan
acelerará la instalación de fuentes de energía renovable en base a proyecciones
actualizadas de que la participación de la capacidad instalada de esas energías
en 2030 será del 28 por ciento, mayor que el 22 por ciento estimado en el
borrador de junio pasado.
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